Algunos niños presentan dificultades para mantener la atención en una tarea concreta. Esto puede deberse a diferentes causas como ansiedad, frustración y/o sensibilidad sensorial. Para solucionarlo, es útil observar su comportamiento para identificar posibles causas y soluciones y probar algunas de las siguientes estrategias puede a la concentración en niños en clase y mejorar su experiencia de aprendizaje.
Como profesor, puedes:
Ser consciente del tono de voz: algunos niños pueden sentir ansiedad cuando se les habla en voz alta y pueden malinterpretar que han hecho algo mal. Variar el tono (por ejemplo, cantar) puede ayudar al niño a mantenerse concentrado.
Consejos para mejorar el aprendizaje
- Comenzar la sesión de aprendizaje con una estrategia como gimnasia mental o actividades de movimiento.
- Las lecciones breves dan mejores resultados, por ello son mejores las actividades en sesiones cortas. Adapta las tareas de aprendizaje en pasos pequeños y bien definidos y presenta la información de forma secuencial.
- Utilizar un lenguaje sencillo: las instrucciones deben ser claras y breves. A algunos niños les cuesta mirar y escuchar las indicaciones que les damos al mismo tiempo. Utilizar frases sencillas como «haz esto» puede aumentar su capacidad para reproducir las acciones.
- Ser consciente de la forma de aprendizaje del niño.
- Mostrar las actividades permitirá al niño aprender visualmente y mejorar su memoria.
- Utilizar señales visuales para reforzar la rutina del aula, como horarios y tarjetas con frases como «ahora» y «a continuación».
- Puedes también utilizar avisos temporales. Algunos niños se sienten abrumados por la presión del tiempo, por lo que debes tener en cuenta el tipo de temporizador que utilizas; por ejemplo, algunos niños responden mejor a recordatorios suaves, otros pueden responder a una indicación de mirar reloj y otros pueden responder mejor a una representación visual, como un reloj de arena.
- Utilizar el nombre del niño antes de dar instrucciones y dale tiempo para procesar las instrucciones antes de actuar, algunos niños pueden tardar más tiempo en procesarla, así que espera hasta siete segundos antes de anticipar una respuesta.
- Animar al niño a terminar una actividad antes de pasar a la siguiente.
- Ofrecer refuerzos positivos en forma de elogios, atención y recompensas después de cada paso. Acuerda con el niño las recompensas y los refuerzos positivos (deben ser inmediatos, coherentes, alcanzables y justos).
- Utilizar una señal para recordar al niño que se concentre en la actividad; por ejemplo, un gesto especial con la mano, tarjetas de colores, un sistema de semáforo o levantar el pulgar.
- Establecer normas y rutinas para la clase. Asegúrate de que el niño entiende lo que se espera de él. El uso de historias puede ayudar al niño a comprender las situaciones y las expectativas.
- A algunos niños les cuesta expresar sus necesidades o pedir ayuda. Les puedes facilitar una «tarjeta de tiempo muerto», un «pase para ir al baño» u otros medios para indicar que tienen ansiedad o que necesitan ir al baño.
- Enseñar el «libro de emociones» para que el niño pueda indicar cómo se siente. Por ejemplo, que tener dificultades para jugar puede afectar a su capacidad para concentrarse en clase.
Al llegar al colegio
- Algunos niños tienen dificultades para soportar el ruido del timbre; puede ser útil avisarles antes de que suene.
- A algunos niños les cuesta gestionar las transiciones entre el interior y el exterior y moverse en entornos concurridos, como hacer cola y organizarse en el guardarropa, lo que puede afectar a su aprendizaje en clase. Puede ser beneficioso que entren primero para minimizar las distracciones. Intenta cambiar la percha del niño a un extremo del guardarropa o permítele organizarse dentro del aula.
El aula
- Reducir las distracciones sensoriales en el entorno: ten en cuenta el ruido, la iluminación, el desorden, etc.
- Reducir las distracciones visuales en las paredes del aula, especialmente alrededor de la pizarra.
- Tener en cuenta el impacto de la iluminación en el aula, por ejemplo, el impacto de la luz fluorescente (deslumbramiento, parpadeo, ruido, etc.) frente a la luz natural. Apagar las luces puede ayudar al niño a tranquilizarse y concentrarse.
- Algunos niños encuentran los olores abrumadores y esto puede interferir en su capacidad de concentración. Intenta minimizar los olores en el aula.
- Tener en cuenta los olores de la comida cuando los niños hayan estado comiendo en el aula. Al comienzo de la clase, puede ayudar abrir una ventana.
- La sensibilidad al ruido es una dificultad habitual en el aula, ya que esta suele ser muy ruidosa. Presta atención a las distracciones en la sala, como zumbidos, ventiladores, insectos, el ruido de fuera o del pasillo, el tic-tac de los relojes. Intenta minimizar todo ello, como por ejemplo cerrando las puertas de los pasillos o las ventanas si hay ruido fuera.
Organización del aula
- Limitar el número de objetos personales que se llevan y guardan en la escuela.
- Asignar un lugar fijo o un recipiente claramente etiquetado para guardarlos, por ejemplo, una carpeta para los deberes.
- Establecer una hora fija cada día para organizar los objetos y habla con el niño sobre estrategias para hacerlo.
- Utilizar un sistema de códigos de colores para etiquetar los cuadernos y carpetas y para resaltar el trabajo.
- Utilizar una lista (con imágenes) para organizar las actividades del día y ayudar al niño a organizarse.
- Adjuntar una lista de control en la cubierta interior del cuaderno para subrayar los títulos, el nombre, la fecha y comprobar la ortografía, etc.
Colocación dentro del aula
- Crear separaciones acústicas y diferentes áreas en el aula mediante el uso creativo de estanterías puede ayudar a reducir la propagación del sonido y proporcionar una zona tranquila o un espacio de descanso dentro del aula.
- Facilitar puestos de trabajo organizados y ordenados.
- Puedes utilizar paneles o separadores para garantizar la privacidad o crear zonas de lectura o de trabajo.
- Ten en cuenta la disposición de los pupitres para reducir la posibilidad de que los niños se golpeen o se distraigan con otros que pasan por delante.
- Sitúa al niño lo más lejos posible de las ventanas o puertas para minimizar los estímulos procedentes del ruido, el movimiento y las imágenes del exterior.
- Ten en cuenta la posición del pupitre; por ejemplo, lo ideal es sentarse en la parte delantera de la clase para permitir un buen contacto visual y estar frente a la pizarra.
- Coloca al niño junto a un compañero que preste atención a la tarea y tenga un enfoque tranquilo del trabajo (es decir, evita que los niños que dan golpecitos o se mueven mucho se sienten junto a otros que muestran comportamientos similares).
- Cuando te sientes en el suelo durante las clases, dale al niño una señal visual sobre dónde sentarse, por ejemplo, un punto, un cojín o una silla. Durante las actividades en grupos grandes, lo más eficaz es sentar a los niños en semicírculo. Coloca al niño directamente frente a ti, donde pueda mantener el contacto visual y, si es posible, con la espalda apoyada en la pared.
- Considera la posibilidad de trabajar de diferentes maneras.
- Si los sientas frente a una mesa, ten en cuenta la posición que deben adoptar para los trabajos escritos a mano: buena postura sentada, con los pies apoyados en el suelo, la espalda apoyada en el asiento y la mesa a una altura adecuada.
La importancia del movimiento
Las pausas para moverse pueden ser útiles para los niños con dificultades de concentración. Intenta incorporarlas de forma regular y estructurada. Por ejemplo, una vez que el niño haya completado parte de una tarea asignada por el profesor, podrías sugerir una pausa para moverse mientras preparas la siguiente parte del trabajo. Esto se puede repetir tantas veces como el niño lo necesite.
- Otra forma de dar descansos para moverse es enviar al niño a hacer un recado o darle una tarea dentro de la clase, como repartir libros.
- También se pueden ofrecer descansos para moverse entre tareas a toda la clase y se pueden utilizar algunas de las siguientes actividades. Estas actividades están diseñadas para proporcionar un mayor estímulo sensorial a los niños y pueden realizarse fácilmente en el entorno escolar:
- Caminar de puntillas.
- Caminar sobre los talones.
- Flexiones contra la pared.
- Flexiones en el pupitre.
- Flexiones sentado.
- Empujar con las manos.