¿Cómo hacer frente a las dificultades?
Es normal que los niños no puedan hacer algo que les gustaría; también nos pasa a los adultos. Pero, ¿cómo deberíamos comportarnos para evitar desanimar a los pequeños sin engañarlos?
La frustración en los niños pequeños, en su justa medida, no es mala. Forma parte de las experiencias vitales que les ayudan a evolucionar.
Cuando un niño dice “No puedo hacerlo”, nosotros trataremos de ayudarlo diciendo: “Todavía no puedes hacerlo”. Ese “todavía no” es fundamental: son dos palabras, pero contienen un concepto poderoso: puedes hacerlo, pero primero tienes que crecer y trabajar en ello.
Estas son las dos palabras que marcan la diferencia, ya que proyectan el desafío en el futuro, sustituyendo un objetivo, un mapa de trabajo para el desaliento. Otro ejemplo es: “No soy capaz de vestirme”. “Aún no puedes hacerlo, pero pronto lo harás. Para empezar, puedes aprender a ponerte la camiseta “.
Esta perspectiva, sobre la mentalidad de crecimiento ayuda a los niños a no desanimarse y mejorar constantemente, en un camino de crecimiento continuo y autoeducación.
Educar al “todavía no” en la práctica
Una actividad práctica simple que podemos implementar para llevar el espíritu del “aún no” a la vida diaria de nuestros hijos es la creación de un cartel de cosas que aún no podemos hacer. Después de haber decorado y enmarcado la cartelera como os guste más (para comenzar, puedes usar una simple hoja blanca de papel A4), les pedimos a los niños que escriban en ella todas las cosas que les gustaría hacer y que aún no pueden hacer. Pongámoslo negro sobre blanco, luego hagamos una pausa por un momento para reflexionar con ellos sobre el tiempo que puede tomar adquirir esas habilidades. Si lo deseáis también podéis desarrollar un mapa de trabajo, un “mapa de ruta” de los pasos intermedios necesarios para tener éxito.
Junto al póster “todavía no”, también crearemos un póster de los objetivos alcanzados: allí insertaremos todas las habilidades que los niños han adquirido con el tiempo. Esta cartelera tiene un gran poder de motivación: ¡muestra que ningún obstáculo es insuperable!
Otros de los consejos que debemos podemos utilizar cuando nuestro hijo nos dice “no puedo” además de lo que te hemos explicado en nuestro post de hoy son:
Respetar los tiempos: demos tiempo a que intenten hacer las cosas por si solos, sin que los adultos intervengamos. De esta manera cogen práctica, hasta que consiguen hacerlo por sí solos.
Hablarle con cariño y apoyarle con palabras como: “tu puedes”, “venga, ya te queda menos”
Demos ejemplo: nuestros actos son importantísimos para los más pequeños y ellos acaban siendo un reflejo de lo que hacemos.