En numerosas ocasiones, a los padres y madres con hij@s en edad escolar nos surgen infinidad de dudas respecto al papel que desempeñamos cuando acompañamos a nuestro hijos en el proceso de aprendizaje. Nuestro objetivo primordial es un desarrollo óptimo y adecuado de nuestros hijos:
¿Estamos siendo capaces de ofrecerles los mejores contextos y condiciones?,
¿les proporcionamos el “nivel suficiente” que necesitan de apoyo y estimulación?,
o por el contrario, ¿estamos proponiendo “niveles demasiado altos” para los que no están preparados aún?
Cientos y cientos de preguntas que nos hacen buscar guías y recursos profesionales que de alguna manera nos vayan marcando el camino adecuado y nos den respuestas a estas y más preguntas.
Un método fiable, estructurado y seguro en el que los padres/madres podemos apoyarnos, es el uso de cuadernillos establecidos por rangos de edad y que nos permiten conocer y acceder a un contenido apropiado y cubrir así las necesidades de aprendizaje de nuestros hijos.
Esta “ayuda profesional” nos facilita y proporciona la seguridad de estar ofreciendo a nuestros hijos el nivel adecuado para su edad, asegurándonos que el “grado” que proporcionamos a los niños es un nivel capaz de comprender y, eliminar a la vez un nivel para el que aún no están preparados.
Así, respetamos los tiempos de nuestros hijos y tenemos en cuenta sus necesidades, motivando para la superación y respetando sus condiciones. Este tipo de recursos nos dirán en qué competencias están preparados según su edad y para cuales aún su cerebro no “tiene porqué llegar”. Así, estas guías estructuradas por edades nos proporcionan tranquilidad y confianza en nuestros criterios de elección como padres.
El aprendizaje y adquisición de conocimientos por parte de nuestros hijos es una parcela de la educación de la que nosotros somos altamente responsables, a través de numerosas actitudes, valores y hábitos que van adquiriendo durante sus primeros años de infancia. Somos nosotros, los padres y madres, los encargados de proporcionales y facilitarles las condiciones idóneas para que sus “pequeños grandes cerebros” lleguen al rendimiento al que están preparados, según su edad y nivel de madurez. Por ello, es fundamental que contribuyamos a facilitarles y apoyarles en ese camino, trabajando conjuntamente con ellos y estableciendo ciertos hábitos y rutinas que hagan más llevadero este proceso de adquisición de conocimientos.
Desde los primeros meses de vida, nuestros pequeños logran de forma natural el lenguaje y la comunicación a través del balbuceo y gorjeo inicialmente, para posteriormente ir perfeccionando esta competencia y comenzar con la comprensión y producción de las primeras palabras…el niño comprende fonológicamente meses después, para finalmente expresarse verbalmente alrededor del primer año y en una etapa más avanzada, terminar identificando y reconociendo el lenguaje a nivel visual. Esta competencia va estrechamente unida a su capacidad de escritura, que se inicia con los primeros garabatos, y que se irá perfeccionando alrededor de los 3-4 años. A través de estas competencias, tenemos acceso a un caudal de conocimientos y emociones que les ayudará a abrir las puertas a un aprendizaje más profundo y complicado.
Las áreas primordiales a motivar en la primera infancia, junto al lenguaje y la escritura, serían las matemáticas. Las matemáticas organizan el mundo que nos rodea y están presentes en la mayoría de actividades cotidianas: desde servir una taza de té, ir a comprar con la abuela fruta, recorrer la distancia diaria hasta la escuela o poner la mesa para seis comensales. En ocasiones, este tipo de competencias más abstractas y con conceptos difíciles de explicar, a los padres y madres nos resulta complicado poder motivar a los niños y guiarles de una forma segura. Por ello, es recomendable apoyarnos en recursos que nos proporcionen los conocimientos adecuados y la seguridad necesaria.
Acompañar a los hijos en el proceso de aprendizaje no siempre es fácil, pero si nos apoyamos en recursos que nos cubran estas inseguridades personales, estaremos garantizando y afianzando unas competencias para toda su vida.